Barbarela mejora su seguridad con una valla para impedir la entrada al recinto
Para impedir la entrada al recinto de toxicómanos o indigentes, se ha situado una valla metálica de tres metros y medio de altura. Ya ha sido cercada la mitad del perímetro del edificio, la correspondiente a la parte trasera y la lateral, que es por donde saltaban las personas que accedían al exterior del Centro de Especialidades San José Obrero (Barbarela) para consumir droga. La parte delantera se vallará antes de que acabe este año, según dijo ayer a este periódico el director de servicios generales del Clínico Universitario, José Salido.
«Hemos mejorado la seguridad del edificio con esta valla metálica que permite ver desde el exterior lo que sucede dentro del recinto. Antes había un murete y encima una alambrada, pero la gente saltaba con frecuencia, lo que obligaba a llamar a la policía», dijo. «Como el muro que había antes era de obra, no se veía que pasaba detrás de él, circunstancia que facilitaba el consumo de droga. Ahora, con la verja metálica, se aprecia con claridad todo desde fuera. Además, como se ha elevado un metro la altura de la valla, acceder al interior del recinto es muy complicado», añadió.
Otra medida que ha incrementado la seguridad de Barbarela es que se ha doblado la presencia del personal de vigilancia en el horario comprendido entre las ocho de la mañana y las diez de la noche. «Se ha pasado de contar con un vigilante a disponer de dos en ese horario. Por las noches hay un guarda de seguridad», precisó Salido. Este aumento de la vigilancia tiene como finalidad que los trabajadores puedan realizar su trabajo con mayor tranquilidad y evitar posibles incidentes que puedan suceder.
Importante inversión
La colocación de la valla y el aumento de la vigilancia son dos de las actuaciones llevadas a cabo en los últimos meses para potenciar, mejorar y modernizar Barbarela. Todas las reformas acometidas y la adquisición de tecnología han supuesto una inversión total de 300.000 euros.
El edificio ha cambiado la imagen que tenía al ser pintado con una tonalidad amarilla, que sustituye al gris que le caracterizaba. El color elegido para la pintura del interior es el blanco. La construcción también ha sido impermeabilizada y se ha sustituido el techo metálico por otro modular. Asimismo, se ha retirado la celosía que tenía el edificio para permitir que entre más la luz y gane en luminosidad, explicó José Salido.
Los accesos al centro de especialidades también se han reformado y se ha colocado una rampa más adecuada para personas impedidas. «Le hemos dado a Barbarela un importante lavado de cara», comentó el director de los servicios generales del Clínico Universitario.
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