


Los efectos adversos de los medicamentos causan el 20% de las insuficiencias hepáticas
El principal enemigo del hígado es el alcohol, pero no sólo. El 20% de los casos de insuficiencia hepática, uno de cada cinco, está producido por los medicamentos. El potencial tóxico de determinados fármacos, lo que en los prospectos figura como 'efectos adversos', afecta por norma a una pequeña proporción de pacientes. Si se analizan, sin embargo, las causas del daño hepático, los cifras resultan más que significativas.
"El principal problema con que nos encontramos hoy es que no disponemos de herramientas para saber si un paciente tiene hepatitis tóxica. Nos vemos obligados a llegar a esta conclusión mediante el descarte de otras posibilidades", afirma el catedrático de medicina Raúl Andrade, director de la Unidad de Gestión Clínica de Digestivo del hospital Virgen de la Victoria de Málaga, que participa estos días en la Semana de Enfermedades Digestivas 2012, organizada en el Palacio Euskalduna de Bilbao por la Sociedad Española de Patología Digestiva.
Andrade colabora en un proyecto europeo que busca detectar de manera precoz la toxicidad hepática, una complicación que evoluciona bien si se descubre a tiempo la causa que la provoca. En caso contrario, los efectos nocivos sobre el hígado pueden resultar tan graves como irreversibles. El hallazgo de un marcador sanguíneo que permitiera detectar el deterioro serviría a los médicos interrumpir automáticamente la medicación y ajustar las dosis a las necesidades del paciente.
Los medicamentos que más perjudican al hígado son los antibióticos. Los expertos atribuyen esta circunstancia a su amplio e incorrecto uso. Lo demuestra, según dicen, el hecho de que la toxicidad hepática por consumo de antibióticos se sitúe en torno a un caso por cada 50.000 sujetos tratados. En teoría. La realidad clínica, sin embargo, es bien distinta. La investigación está centrada en descubrir qué tipo de individuos son los más propensos a sufrir estas alteraciones, lo que facilitaría el desarrollo de ‘terapias a la carta’, ajustadas a las necesidades de cada paciente.
La toxicidad hepática es la razón por la que se retiran del mercado la mayoría de los medicamentos. Más de mil sustancias están catalogadas como posibles destructoras de esta víscera, una cifra que incluye no sólo medicamentos, sino también algunas drogas ilegales y determinados remedios a base de plantas medicinales. Los fármacos son transportados por el torrente sanguíneo de los intestinos al hígado, que los procesa y elimina a través de las heces y la orina.
Uno de los fármacos mas dañinos es el paracetamol, uno de los analgésicos más potentes y eficaces, pero cuyo uso debe realizarse con vigilancia médica. La sobredosis por paracetamol puede desencadenar una destrucción irremediable del hígado que conduce a la muerte, según explicaron especialistas participantes en el congreso de Bilbao.
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