Ya lo dijo Rubén Darío: «Juventud, divino tesoro». El empuje, la alegría y la ilusión de tener la vida por delante se fundieron en el salón de actos del Hospital Clínico Universitario con las ganas de aprender, de adentrase en los caminos de la Medicina y de atender a los pacientes.

La Consejería de Salud dio ayer la bienvenida a los especialistas del futuro, la mayoría mujeres. En total, en la provincia de Málaga son 203, de los que 174 son médicos internos residentes (MIR) y el resto ha cursado otras carreras relacionadas con la sanidad. Tras superar el examen MIR, celebrado en el mes de enero, ahora les toca pasar un periodo que oscila entre los cuatro y los cinco años, dependiendo de la especialidad, en los hospitales públicos malagueños.

Ayer, entre saludos, risas y la esperanza de que el MIR les sea fructífero, muchos se reencontraron e intercambiaron las primeras experiencias vividas en los pocos días que llevan en sus destinos.

Inmaculada Gallardo, de 25 años, ha elegido la especialidad de medicina interna. Ha conseguido plaza en el Hospital Comarcal de Ronda, donde permanecerá cinco años. Natural de Antequera, se licenció en la Facultad de Medicina de Granada, donde también estudiaron su hermano y su abuelo. Para prepararse el MIR se fue seis meses a Oviedo. Aprobó al primer intento. «No tenía claro qué especialidad elegir. Me gustaban más las médicas que las quirúrgicas. He cogido medicina interna, porque abarca muchas patologías», explica.

Se examinó dos veces

También en el comarcal de Ronda se formará Davinia G. Moreno, de 27 años. Al contrario que Inmaculada, ella se ha inclinado por una especialidad quirúrgica: traumatología. Para poder hacer el MIR en esa rama tuvo que presentarse en dos ocasiones al examen. La primera aprobó, pero no obtuvo nota suficiente para traumatología. Nacida en Fuengirola, se licenció en Málaga. «Estoy muy contenta por poder formarme en lo que me gusta. He tenido suerte con el hospital y los compañeros», señala.

• Miguel Marcos, de 38 años, ya sabe lo que es trabajar de médico. Ha estado ocho años en las urgencias del Hospital Costa del Sol de Marbella. Ahora comienza su segunda especialidad: medicina interna. Anteriormente, cursó medicina de familia. «Creo que es una evolución natural. Quiero mejorar mi formación», asegura.
• Silvia Puyol, de 34 años, siempre tuvo claro que quería ser médica de familia. «Es una especialidad que lo engloba todo». Silvia tiene cuatro años por delante para ser lo que siempre ha deseado. Ha logrado plaza en Ronda.

Al acto asistieron, entre otros, la directora general de Calidad de la Consejería de Salud, Carmen Cortés; la delegada provincial de Salud, María Antigua Escalera, y el jefe de estudios del comarcal de Ronda, Francisco Javier Mérida.