Un 30% de los tumores diagnosticados no tiene curación.

Un estudio diseñado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y dirigido por el jefe de oncología del hospital Clínico Virgen de la Victoria, Emilio Alba, ha probado la eficacia de un nuevo fármaco quimioterápico que retrasa la metástasis tres meses y medio respecto a los fármacos habituales y, además, carece de los graves efectos secundarios de los medicamentos empleados hasta la fecha.

El ensayo multicéntrico ha sido desarrollado entre los años 2002 y 2006 en casi 288 pacientes, el 45% de ellas andaluzas procedentes de los hospitales Clínico de Málaga y Virgen del Rocío de Sevilla.

En total 18 centros hospitalarios del país han contribuido a esta investigación que demuestra la eficacia de la antraciclina de nueva formulación cuyo principio activo es la doxorrubicina liposoma pegilada, un medicamento que ya está disponible en el mercado y puede ser utilizado en cualquier tratamiento oncológico.

Según indicó Emilio Alba, en la actualidad uno de cada tres cánceres de mama (entre un 30 y un 40% de casos) no son curables porque metastatizan (las células cancerosas salen de la mama y afectan a otros órganos). En estos casos la prioridad de los facultativos es retrasar en lo posible las recaídas. La nueva medicación no puede curar la enfermedad, pero sí prolongar en dos o tres años la vida de la paciente y ofrecerle calidad de vida.

La enfermedad en cifras

Cada año se detectan en nuestro país 16.000 nuevos tumores mamarios, unos 2.500 de ellos en Andalucía y casi 600 en Málaga. Eso implica que sólo en la provincia la curación del cáncer no es posible para al menos 150 pacientes.

La quimioterapia disponible hasta la fecha (la antraciclina convencional) provocaba en las afectadas por el cáncer diversos y severos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, cardiotoxicidad y pérdida de pelo, lo cual redundaba en una pérdida de calidad de vida para la afectada.

El doctor Alba señala que una de las grandes ventajas del nuevo tratamiento es precisamente su baja toxicidad, lo que casi elimina todos estos síntomas proporcionando a la enferma "más vida y de mayor calidad". "Las pacientes a las que se les administró el nuevo fármaco han tenido una supervivencia libre de progresión de la enfermedad de 13,3 meses. Sin embargo, en aquellas que no recibieron la medicación fue de 10,5", señala el oncólogo del hospital malagueño.

Emilio Alba apunta que la edad media a la que se detectan estas tumoraciones está cayendo notablemente y se sitúa entre los 45 y 55 años. El factor aislado más conocido que influye en esta enfermedad es la avanzada edad a la que la mujer tiene su primer hijo hoy en día, aunque el facultativo matiza que las causas que influyen en el cáncer de mama son "múltiples y no todas conocidas".